Riesgos asociados a los techos con goteras
Después de haberte explicado las posibles de tus goteras en nuestro anterior artículo, hoy te contamos los riesgos que corres si dejas que el problema persista.
Tal vez pienses que colocar una palangana o cubo para recoger el goteo ocasional en tu cocina, garaje, etc. es una posible solución para tu fuga. Si es así, piénsalo de nuevo. Si no se atiende, la gotera más pequeña en el techo puede causar algunos de los daños más grandes que haya sufrido tu casa y, definitivamente, terminará costando mucho más que si la hubieras reparado cuando comenzó a ocurrir el problema.
Daños en techo y paredes
Las fugas en los techos suelen provocar manchas de agua antiestéticas, pintura burbujeante y daños en la escayola. Al agua le gusta circular, por lo que lo que comienza como un daño en el techo puede extenderse fácilmente a las paredes adyacentes. Hay que tener especial cuidado con el agua que se filtra cerca de las lámparas o los ventiladores de techo, ya que también presentan riesgos eléctricos.

Daños por filtración de agua en la estructura
¿Qué es peor que el agua cayendo sobre tu cabeza? Una casa entera cayendo sobre ti.
Si bien eso puede ser un poco exagerado, las fugas de agua pueden causar daños estructurales muy costosos las vigas y estructura del techo de tu vivienda o local. En última instancia, si no se controla, el daño a la estructura de tu hogar podría dar como resultado unas condiciones de vida inseguras y un riesgo potencial para ti y tu familia.
En el caso de vigas y/o techos de madera, los daños son fatales. La madera no está destinada a estar expuesta al agua a largo plazo. Se deformará, pudrirá y deteriorará.

Energía malgastada
Las fugas de agua pueden deteriorar fácilmente el aislamiento de tu ático, buhardilla o paredes. Con el tiempo, experimentarás un aumento en las facturas de luz y gass a medida que tu hogar lucha por mantenerse a la temperatura adecuada.
Riesgo Eléctrico
Lo creas o no, los daños causados por el agua pueden aumentar el riesgo de daños por incendio. Cuando el agua entra en contacto prolongado con cables o cajas de conexiones, puede desgastar el aislamiento. Si se dejan desatendidos, los circuitos abiertos se convertirán en peligros de incendios eléctricos.
Asimismo, el agua que entra en contacto con cables abiertos puede presentar riesgo de descarga eléctrica. Si tiene alguna sospecha de que la gotera de tu techo está llegando a tus sistemas eléctricos, debes cortar la energía de las áreas afectadas de inmediato y buscar la ayuda de un electricista autorizado.

Reducción de la vida útil del techo
Si pospones las reparaciones de fugas debido a problemas de presupuesto, considera el coste a largo plazo de no reparar la fuga ahora. Si se vuelve grave, el daño por agua puede reducir significativamente la vida útil de todo tu techo. El coste de reparar la fuga ahora no se puede comparar con el coste de reemplazar todo el techo diez años antes de cuando tocaría.

Crecimiento de moho y hongos
Quizás la razón más importante, y por eso la hemos dejado la última, para no dejar que los techos con goteras persistan sea la amenaza muy real y grave que representan el moho y los hongos. A estos hongos les encanta reproducirse en lugares cálidos y húmedos. Y el agua atrapada en los techos les proporciona un caldo de cultivo maravilloso.
Lo que comienza en tu techo puede extenderse rápidamente por toda tu casa. El aislamiento puede enmohecerse fácilmente, y debido a que está oculto detrás de las paredes, el problema a menudo se extiende por todas partes antes de que te des cuenta. Sin previo aviso, de repente, el sistema de aire acondicionado y la calefacción por conductos se ven comprometidos y los conductos de ventilación se convierten en carreteras que le dan vía libre al moho para llegar a cada rincón de tu casa.
Una infestación de moho reduce el valor de tu propiedad; no obstante, es aún más grave la amenaza para la salud que representa para ti y tu familia. Los síntomas leves incluyen dolor de garganta y congestión nasal, pero las reacciones severas al moho causan dolores de cabeza, fatiga, daños en el sistema nervioso y problemas de salud crónicos.

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